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Acerca de esta patología
Aproximadamente uno de cada mil bebés nace con hidrocefalia, una patología que causa una acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos del cerebro. Los síntomas pueden incluir vómitos, apatía, dolor de cabeza, cabeza agrandada e incluso convulsiones. No existe una cura, pero el tratamiento puede proporcionar alivio a largo plazo.
El término "hidrocefalia" deriva de dos palabras griegas: hydro (agua) y kephale (cabeza). A veces, todavía, se hace referencia a la hidrocefalia como "agua en el cerebro". La hidrocefalia es una patología que causa una acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro conocidas como "ventrículos".
En circunstancias normales, existe un equilibrio delicado entre la producción, la circulación y los niveles de absorción del líquido cefalorraquídeo en los ventrículos del cerebro.
La hidrocefalia es el resultado de un desequilibrio en la distribución del líquido cefalorraquídeo. Los tres tipos de hidrocefalia son los siguientes:
La hidrocefalia no comunicante y comunicante pueden ser congénitas (presente antes o en el momento del nacimiento) o adquiridas (desarrollada después del nacimiento debido a un trauma o a una enfermedad).
En niños y bebés, los huesos del cráneo todavía no están cerrados y la hidrocefalia puede ser evidente. La cabeza del niño se agranda y la fontanela (punto blando) puede tensarse o inflamarse. La piel puede parecer delgada y brillante, y las venas del cuero cabelludo pueden parecer llenas o dilatadas.
Los síntomas incluyen:
En niños mayores y adultos, los huesos del cráneo están cerrados y sus síntomas incluyen un aumento de presión intracraneal debido al agrandamiento ventricular por un exceso de líquido cefalorraquídeo, que causa una compresión del tejido cerebral.
Los síntomas incluyen:
Es posible que los signos y los síntomas de un aumento de presión cambien con el tiempo, a medida que las suturas craneales (las articulaciones entre los huesos del cráneo) comiencen a cerrarse en los niños y bebés, y se cierren por completo en los niños mayores.
Existen varias pruebas que pueden ayudar a diagnosticar la hidrocefalia.
La información contenida en este sitio web no constituye consejo médico. Trate con su médico la información de diagnóstico y de tratamiento.